Quiero dedicar esta entrada a mi amigo Asier, hijo de dos buenos amigos y nieto también de buena gente.
Quizá, bueno, quizá no, seguro, gracias a ellos empecé a escribir este blog.
Nada más que enviaros al photoblog de Asier, un trabajo impresionante, y al de su padre Juan Manuel Ríos, unos minutos diarios de lectura que por lo menos a mi me engancha.
En la entrada del 30 de marzo de Manuel Ríos podéis saber algo más de mi enhorabuena.
Me alegro por ti Asier.
Menuda sorpresa, y que ilusión al visitar hoy tu blog y leer el post que lo encabeza! Muchísimas gracias, de verdad!
ResponderEliminarUn abrazo muy grande, y brindo por que este blog siga creciendo aun más, porque el ritmo que llevas es increible!
Estimado Jorge: accedo a «Marinero de agua dulce» después de observar Google Analytics y apreciar un número mayor de entradas desde La Coruña (así identifica el buscador la ciudad herculina), aunque todas ellas de viejos visitantes. Y supongo que a los enlaces de Asier les sucederá igual. Gracias por tus palabras, por tus elogios y por tus enlaces. En verdad emocina leerte.
ResponderEliminarRespecto de tu otra entrada 'Colapso total (Pesimismo)', permíteme decirte que tu juventud te proporciona la perspectiva que te proporciona. En el verano de 1975, cuando arribé a Madrid, un compañero de batalla me participó que mi llegada a la capital se producía en el peor momento, cuando el país contabilizaba 200 mil parados. ¿Te imaginas? ¡200 mil parados!
La observación de la vida a lo largo de más de 30 años desde el rompeolas de las Españas me confirma que el devenir de los seres humanos sufre ciclos periódicos de sube y baja y, en estos momentos, vivimos una fase de baja. Qjuieran los hados que acabe pronto y que la madurez de cada cual mantenga lúcidas nuestras mentes.
Un fuerte abrazo de Manuel Ríos.
¡Graciñas! Siempre a ti Jorge.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Loli.