martes, 25 de octubre de 2011

Cómo salir airoso de situaciones comprometidas

Un joven trabajaba en la sección de frutas y verduras de un súper. Llega un señor de traje y le pide media lechuga. El chico le pide que espere un poquito que tiene que consultar al jefe.
Llegado a la oficina del fondo donde estaba el jefe, le dice:

- Jefe, ahí hay un gilipollas que me pide media lechuga.

Apenas había terminado de decir esto se dio cuenta que el mismo tipo estaba detrás de él; entonces añade:

- Y aquí este caballero ofrece comprar la otra mitad. Señalando al mismo señor.
én
El jefe consintió la operación. El chico despachó la media lechuga y el jefe lo llamó a la oficina.

- Me di cuenta que casi te metes en un follón pero reaccionaste muy bien, pensando muy rápido, y eso nos gusta aquí.

- ¿De dónde eres?

- De Brasil.

- Ah, sí. ¿Y por qué te viniste a nuestro país?

- No me encontraba bien allí, en Brasil solamente hay putas y jugadores de fútbol.

- ¡Mira tú! Mi esposa es brasileña.

- ¡No me diga! ¿Y en qué equipo jugaba? ...


(No me canso de repetirlo: sin ánimo de ofender. Los chistes son sólo eso, chistes, de gallegos, catalanes, médicos, políticos... ¿qué sería la vida sin chistes?, ¿y sin alguien que los entendiera?)

1 comentario:

  1. El Sr. Smith fue a la consulta del doctor a recoger los resultados de los análisis de su mujer, y la recepcionista le dice:

    - Lo siento muchísimo, Sr. Smith, pero hemos cometido un lamentable error y tenemos un grave problema. Cuando enviamos las muestras de su mujer al laboratorio para proceder a los análisis se enviaron junto a las muestras de otra Sra. Smith, de tal manera que ahora no estamos seguros de cuales son los resultados de su mujer. Estamos desolados.

    - Pero ¿¿qué quiere usted decirme??

    - Bien, escuche, una Sra. Smith dió positivo en el test de Alzheimer y la otra Sra. Smith dió positivo en el test de SIDA, pero no sabemos cual de ellas es su mujer. ¡¡¡ES TERRIBLE!!!

    - ¿¿Y QUÉ SE SUPONE QUE TENGO YO QUE HACER AHORA??

    - Abandone a su mujer en medio de la ciudad y si ella consigue llegar a casa, entonces ... no se la folle.

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