jueves, 29 de septiembre de 2016

La risa como medicina

No hay mejor medicina que una sonrisa, hay te van unos cuantos supositorios.


- Desnúdese y acúestese.
- Pero doctor, sólo vine por los resultados de los análisis de mi hijo.
- Ese niño ya no sirve, haremos otro.


- Dígame. ¿Bebe mucho?
- Bueno, ya sabe... la copita después de la cena.
- Entiendo, ¿y cuántas veces ha cenado esta mañana?
- Tres.


- Leo en su currículum que es usted Forense.
- Si.
- Dígame las partes del intestino.
- Duodeno, Fistro, Pecador y Apiticaun.
- Cierre al salir.


Entre los recortes y el co-pago, me hicieron ayer una radiografía poniendome al trasluz en una ventana.


-  Dígame Doctor, ¿es grave?
- ¿Usted ha visto la película "Los otros"?
-  No.
- Pues los va a ver.


-  Amor, el doctor me recetó tener sexo tres veces al día.
- ¡Qué bien! ¡Empecemos ya!
-  No, no, no... El doctor me dijo que nada de remedios caseros.


- Doctor, ¿cuánto me queda de vida?
- Diez.
- ¿Diez qué?
- Nueve.


Confío más en los médicos feos, han tenido más tiempo para estudiar.

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