sábado, 9 de septiembre de 2017

Tabarca, lo que me traje de un conocido de Alicante

Esto lo escribe un amigo y me acuerdo de ti...:


"Tabarca, esa pequeñita isla que nos tiene conquistado el corazón a los alicantinos.

Esa isla a la que prometí volver cuando hubiera helipuerto.

Y es que tres viajes que he hecho, tres viajes en los que limpié perfectamente mis intestinos de toxinas y alimentos repetidas veces desde que salí de la bocana del puerto hasta que llegué y pisé tierra y viceversa.

Llega un momento en que ya no te preocupa que los niños te miren y te señalen porque tu estas en otras cosas intentando que lo vas a soltar caiga en el mar o al menos sobre algo que no sea una persona.

Bueno todas las veces menos la que había mucho oleaje e iba sentado en la proa con los pies colgando porque era como estar en la feria y entre las risas se ve que se me olvidó que me mareo en barco.

Recuerdo un hombre algo mayor que a pesar del oleaje parecía estar atornillado al suelo porque no se balanceaba siquiera y parecía disfrutar mucho.

Se me acercó y me dijo que había sido pescador en un barco toda su vida y me dio un consejo: “Muchacho, no pelees contra el mar. Disfrútalo y mécete tú con el. Con el mar es mejor llevarse bien.”
Me ha venido enseguida a la mente aquel marinero de mirada perdida en el horizonte y gran sonrisa mirando las olas al leer la frase de Gandhi.

No peleemos con la vida. Nunca la vida va a estar en calma. Habrá dificultades, decepciones, alguna ola nos arreará una embestida, pero quizá la clave está en no revelarse contra ello y sufrirlo con ansiedad o como frecuentemente se ve, con angustia vital. He dicho “quizá”? Perdón quería decir “con toda seguridad”.

Si dentro estamos en calma disfrutaremos del oleaje de fuera sin resistirnos. A eso se refiere mucha gente cuando habla de "fluir" con la vida.

El pescador aquel me contaba que llegó a disfrutar hasta con las tormentas más intensas cuando azotaban el barco y por muy negra que se pusiera la cosa, el sabía que solo era cuestión que dejarla descargar su furia y la mar finalmente siempre se calma.

Quien en su interior vive en constante lucha, exteriormente habitará en un mundo hostil. Cuando interiormente una persona está en calma, en paz, encontrará en su vida real a cada paso cosas bellas, gente bella.

Porque la vida tiene ese bonito secreto incuestionable; enviarte justamente aquello que tu proyectas y das.

Ahora por la cuenta que te trae elije bien lo que quieres proyectar."

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