En estos momentos hay que apoyar a los funcionarios, ya que lo que les están haciendo, según mi opinión, es ilegal, anticonstitucional, según mi opinión, y políticamente incorrecto, según mi opinión, repito.
Pero, como tantas veces, recordemos que hay buenos y malos, funcionarios buenos y funcionarios malos, y quizá podría mantenerse el sueldo de los normales y de los buenos, o quizá aumentarlo, si se echara a la calle a los malos, como pasa en todos o la mayoría de los empleos, ¿no?
El caso es que hace unos días alguna de las entradas era en favor de ellos, hoy toca no en contra, sino en confianza, tipo chiste de Lepe, o tipo chiste de catalanes o gallegos, siempre que se diga sin maldad, es pura alegría, como es el caso.
Saludos desde aquí a todos mis amigos funcionarios.
LA IMPORTANCIA DEL CAFÉ...
Dos leones huyeron del zoológico. En la huída cada uno partió con rumbo diferente.
Uno fue para la selva y el otro para el centro de la ciudad. Los buscaron por todos lados, y nadie los encontró.
Después de un mes y para sorpresa de todos, volvió el león que había huido para la selva. Regresó flaco, famélico y afiebrado. Fue reconducido a la jaula.
Pasaron ocho meses y nadie se acordó del león que había ido para el centro de la ciudad hasta que un día el león fue recapturado y llevado al zoo. Estaba gordo, sano, desbordante de salud.
Al ponerlos juntos , el león que huyó para la selva le pregunta a su colega:
-¿cómo estuviste en la ciudad tanto tiempo, y regresas tan bien de salud? Yo que fui a la selva, y tuve que regresar porque casi no encontraba que comer.
El otro león le explicó:
-Me armé de coraje y fui a esconderme a un Organismo Público. Cada día me comía a un funcionario y nadie advertía su ausencia.
-¿ Y por qué regresaste?....¿ se acabaron los funcionarios?.
-Nada de eso. Los funcionarios públicos nunca se acaban. Sucede que cometí un error gravísimo. Ya había comido a un director general, dos superintendentes, cinco adjuntos, tres coordinadores, diez asesores, doce jefes de sección, quince jefes de división, cincuenta secretarias, docenas de funcionarios, y nadie los dio por desaparecidos. Pero el día que me comí al gúevón que servía el café...
AHI SE ME JODIO TODO!!!
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