lunes, 16 de abril de 2012

Consume productos españoles. Y Carta "Yo aviso"

No mires hacia otro lado, no lo impongo evidentemente, sólo aconsejo.
84
Si, 84.
Recuerda: 84

Es así como empiezan los códigos de barras de los productos españoles.

Por lo visto, y lo previsto, habrá recesión y seremos más pobres.

Para reducir el nivel en qué nos afectará, consumamos productos españoles (manchegos, gallegos, andaluces, vascos, murcianos, catalanes... etc). Lo que se genere con este consumo permanecerá aquí en mayor parte.

Comprar coches fabricados en España, no salir al extranjero de vacaciones (más cuando medio mundo quiere venir a disfrutar de nuestro país, y nosotros poco conocemos), y demás trucos sensatos, nos harán la vida mejor.

No nos quejemos después de que no hay empleo, de que no lo hay para nuestros hijos, familiares o amigos...

Parece que siempre lloramos después, pero antes no hicimos nada para evitar esos lloros.

Despois claro, "A chorar a Cangas".


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¡YO AVISO!

Aviso a Seat, Renault, Vw, Ford, Opel... de que he reparado mi viejo coche y que ya he descartado completamente cambiarlo. Aviso al BBVA, Santander, La Caixa, Kutxa... de que he renunciado a aquella compra que tenía pensada y que no necesitaré ya pedir ningún crédito. Aviso a Bimbo, Danone, Nestlé, Campofrío, Henkel, Fairy, Ariel… de que me he convertido en un experto en marcas blancas, que son las únicas que llenan ahora mi carro.

Aviso a El Corte Inglés, Inditex, Cortefiel, Hispanitas... de que ya sólo compro ropa en outlets o en rebajas. Ah! y que conozco todas las modistas de arreglos de mi barrio. Aviso a Cepsa, BP, Repsol, Shell, Petronor, Avia... de que me acostumbré a conducir despacio cuando la limitación a 110 y que ahora paso de largo por muchas gasolineras. Y, por supuesto, en los viajes largos uso el bus.

Aviso a Prisa, Vocento, Mediapro, Mediaset, Euskaltel y Movistar que la TV de pago ni siquiera la tengo como opción y que he descubierto que se vive perfectamente sin comprar todos los días todos los periódicos. Aviso a las cadenas Barceló, Sol, Zenith, Meliá... de que ya he reservado plaza en un camping para este verano en lugar del hotel de playa de los pasados años.

Soy un privilegiado. Tengo un buen sueldo, excelente en comparación con el de la mayoría de mis amigos, así que estas decisiones no son nada comparadas con las que, sí o sí, han de tomar ellos y otros muchos millones de consumidores. Porque -señores- no olviden que austeridad es NO COMPRAR.

Quienes hoy aplauden entusiasmados esta reforma laboral que precariza los empleos, que expulsa a la clase media del mercado, que destroza la esperanza de los jóvenes más preparados que miran al extranjero como hicieron sus abuelos, mejor harían en no recalentarse las manos con tanta ovación porque tal vez las necesiten para cavar con ellas la tumba de los negocios que hasta ahora les hicieron ricos.

Quien paga sueldos nimileuristas no puede ser tan tonto como para creer que el resto de empresas no harán lo mismo que él y que, por lo tanto, al cabo no habrá consumidores capaces de comprar lo que él tanto necesita vender. Es obvio. Falta solo saber cuánto tardarán en darse cuenta y a cuánta gente habrán destrozado para entonces.

Aviso de que mi huelga particular empezó antes del 29 y que se prolongará mucho después. ¿Y la de usted?

Carlos Gorostiza


(J.Pedrosa, a veces me mandas cosas realmente interesantes, gracias)

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