martes, 30 de abril de 2013

En el hospital

Una dulce abuelita habla por teléfono con el Hospital y pregunta tímidamente:
- ¿Sería posible que alguien me informara, como está una paciente?
La operadora contesta...:
- Encantada de ayudarla, ¿cómo se llama la paciente y en qué cuarto está?
La Abuelita con su voz temblorosa dice:
- Nora Fernández, Habitación 302.
La operadora responde:
- Permítame ponerla en espera, mientras hablo con la enfermera del piso para poder informarle.
Después de unos 2 minutos, le informa:
- Tengo buenas noticias, la enfermera que en este momento está con ella me dijo que Nora va muy bien, su presión arterial y su glucosa ya están en su curso normal y su doctor que la vio esta mañana dice que la darán de alta el martes.
La abuelita dice:
- ¡Qué alegría!… ya estaba preocupada, Dios la bendiga señorita por las buenas noticias.
La operadora dice:
- Fue un placer ayudarla, perdón, ¿Nora es su hija?
La abuelita le contesta:
- ¡No!… ¡Nora soy yo, la de la habitación 302!, lo que pasa que estoy internada por la obra social de los jubilados y pensionados, como nadie me da pelota con el timbrecito de mierda éste, no me dan medicamentos, no me sirven comida, la enfermera no viene a verme y el médico hace tres días que no aparece, entonces antes de ayer me vine a mi casa. Estoy llamando para saber si ya estoy bien y... ¡si en ese hospital de mierda alguien se dio cuenta que me fui!

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