sábado, 1 de noviembre de 2014

Recuerdos

Yo recuerdo lo fascinado que estaba cuando me regalaron mi primer monopatín. Hubiera dormido con él si me hubieran dejado.
Recuerdo el momento de estrenar una libreta nueva, seguro que mi hija siente algo parecido.
La sensación de ir sólo al colegio y elegir camino, acera y chalets o tierra y campito.
Recuerdo el bocata de nocilla viendo Barrio Sésamo.
Las excursiones de senderismo del colegio, y la carterita negra con 200 pesetas para comprar algo.
Recuerdo el momento de salir del coche al llegar a la "aldea", coger un cropán en el cajón de la abuela, ver al abuelo en la floristería, o salir pitando a junto de los amigos en Deán.
Recuerdo las medallas de hockey y patinaje, y alguna copa de mi hermano que ganó dando una vuelta menos.
Las conversaciones de los "viejos" mientras esperaba a cortar el pelo en Mendoza. Como se aprende escuchando a los mayores...
Recuerdo el pollo asado de los domingos, y el marisco, y el arroz con leche y las castañas asadas.
El sabor de las papas millas, papas de harina de maíz molido con leche de vaca recién ordeñada.
Recuerdo el esperar con las chucherías en la mano al salir del catecismo. Llegar a Escarabote a ver el libro.
Recuerdo el calor de la cocina de hierro en la casota, y el frío al ir a coger las fantas de limón al alboio.

Recuerdo que antes no nos quejábamos tanto, y no teníamos tres televisiones, tabletas, varios coches... antes recuerdo que se disfrutaba más de lo que se tenía, también es posible hacerlo ahora, aunque haya cosas y personas que ya no vuelvan.

Procura coleccionar momentos, no cosas.

Hay que enseñar a los niños a ser felices, no ricos; cuando crecen entenderán el valor de las cosas, no su precio.

Si se dejan salir los miedos, habrá más espacio para los recuerdos, y se vivirán mejor los sueños. Un sueño no es lo que ves mientras duermes, es ¡la alegría que no te deja dormir!

La muerte no existe, la gente sólo muere cuando la olvidan. Y hay gente que jamás se olvida.


¡Un aplauso!
Le
doy un aplauso a la almohada que vive tantos sueños, escucha los pensamientos, seca las lágrimas, soporta los insomnios (por suerte no es mi caso), mantiene los recuerdos...

1 comentario:

  1. Qué bonito Jorge... Sabes emocionarme y sacarme una sonrisa siempre, de una u otra forma... GRACIAS! D.

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