Arrieros somos, y en el camino, o en el mar, nos encontraremos.
jueves, 28 de enero de 2010
Rezar con devoción
En medio de una dura galerna el Capitán a punto de dar la orden de abandono y grita con desespero: ¿Hay alguien a bordo que sepa rezar con devoción? Sí, yo, responde un pasajero. ¡Perfecto, porque nos falta un chaleco salvavidas!
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