En la barra de una Cantina caribeña se encuentra un mozo y un veterano pirata tomando unos cacharros, el joven observa que el pirata, es prácticamente un tullido, con su pata de palo, garfio y parche en el ojo. Impresionado, le pregunta donde perdió la pierna, el pirata le cuenta un feroz abordaje a un barco de su graciosa majestad donde un cañonazo se llevo por delante, su pierna.
La curiosidad puede más que el mozo y vuelve a inquirir al viejo pirata sobre su mano, éste le cuenta que en otro abordaje, un español se la arrebató con un mandoble de espada cuando el barco estaba casi rendido.
El mozo impresionado, no sale de su asombro y le pide que le cuente como perdió el ojo. El pirata hace un silencio, y dice:
-Eso fue culpa de una mosca al día siguiente de perder la mano.
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