La entrada de hoy es una "copia" retocada de una que leí un día y guardé por ser como comprobaréis, muy bonita (en cursiva mis comentarios).
Releyendo a Mario Benedetti, en “13 hombres que miran”, siempre me quedaré con “Hombre preso que mira a su hijo”, pero Benedetti, escribió algo mas que poesía política y de compromiso, si compromiso, esa voz que nadie dice, que nadie lee y sobre todo que nadie escucha, porque las cosas que no se escuchan simplemente no son.
Y hoy, después de estos días de calor agobiante, sofocante y atroz (nota del marinero: por lo que me cuentan, el sol y el calor brillan por su ausencia, y eso que empieza el verano...), que dejan las neuronas de los pequeños cerebros todavía mas pequeñas, yo me acuerdo, sin faltar un solo segundo de mi Princesa (vaya casualidad...), mi Princesa de fresa, y para ella va mi humilde regalito, de manos de mi admirado Benedetti:
No lo creo todavía
estás llegando a mi lado
y la noche es un puñado
de estrellas y de alegría
palpo gusto escucho y veo
tu rostro tu paso largo
tus manos y sin embargo
todavía no lo creo
tu regreso tiene tanto
que ver contigo y conmigo
que por cábala lo digo
y por las dudas lo canto
nadie nunca te reemplaza
y las cosas más triviales
se vuelven fundamentales
porque estás llegando a casa
sin embargo todavía
dudo de esta buena suerte
porque el cielo de tenerte
me parece fantasía
pero venís y es seguro
y venís con tu mirada
y por eso tu llegada
hace mágico el futuro
y aunque no siempre he entendido
mis culpas y mis fracasos
en cambio sé que en tus brazos
el mundo tiene sentido
y si beso la osadía
y el misterio de tus labios
no habrá dudas ni resabios
te querré más
todavía.
Qué bonito y qué romántico... Nunca lo había leído, me ha encantado.
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