domingo, 13 de febrero de 2011

Arturo Pérez-Reverte, tampoco se queda atrás

"Hay gente en este país que tuvo la obligación de prevenir y no quiso, y ahora tienen el deber de solucionar, pero ni pueden ni saben"
De "Sin Pudor", otra genial opinión.

"Lo peor que hacen los malos es obligarnos a dudar de los buenos" (...)

Y esto me recuerda el caso Contador, que yo hasta la fecha no me decanto, por los misterios que hay, sus últimas declaraciones, etc, pero éste ya es otro tema.

Una cosa está clara, para los que dudan de Indurain, Nadal, o algún político, o trabajo cualquiera... que uno es inocente mientras no se demuestra lo contrario, y para eso está la ley... cuando está claro.

Saludos y feliz domingo

1 comentario:

  1. Podría ser un 24 de diciembre de 2012

    Un señor de edad, se acerca a la Moncloa y se dirige a un guardia civil que hacía guardia:
    - Por favor, quisiera entrar y hablar con el presidente Zapatero.
    El guardia le mira y le dice:
    - Señor, el Sr. Zapatero ya no es el presidente y ya no vive aquí.
    Dice el señor:
    - Está bien- y se va.
    Al día siguiente, la misma persona se acerca a la Moncloa y habla con el mismo guardia:
    - Por favor, me gustaría entrar y hablar con el presidente Zapatero.
    El guardia nuevamente le dice:
    - Señor, como ya le dije ayer, el Sr. Zapatero ya no es el presidente y ya no vive aquí.
    La persona agradece nuevamente y se va.
    Al tercer día vuelve y habla con el mismo guardia:
    - Por favor, quisiera entrar y entrevistarme con el presidente Zapatero.
    El guardia, comprensiblemente molesto, mira a la persona y le dice:
    - Señor, este es el tercer día seguido que viene y quiere hablar con el Sr. Zapatero. Ya le he informado que él YA NO ES EL PRESIDENTE, NI VIENE POR AQUÍ, NI VIVE AQUÍ ¿El señor no me entiende?
    La persona mira al de verde y le dice:
    - Sí, le entendí perfectamente, pero... ¡Es tan agradable escuchar esa respuesta! que si usted fuera tan feliz diciéndolo como yo escuchándolo, comprendería mi actitud.
    El guardia, en posición de firmes, da un taconazo y dice:
    - ¡HASTA MAÑANA, SEÑOR...!

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