viernes, 11 de febrero de 2011

Ser Padre

(Según Goma Espuma)

SER PADRES EN 10 LECCIONES SEGÚN GOMA ESPUMA
1) Para vivir la experiencia del embarazo: Cuélguese una bolsa de
garbanzos a la altura de la barriga, agregando un puñado todos los
días durante nueve meses. Luego de los nueve meses, abra la bolsa y
retire el 90% de los garbanzos.
2) Antes de lanzarse a tener hijos, busque una pareja que ya los
tenga y sométalos a estudio. Critique sus métodos para imponer
disciplina, su falta de paciencia, sus pésimos niveles de tolerancia,
y por haber permitido que sus hijos se porten como salvajes. Sugiera
maneras de mejorar el comportamiento de los niños a la hora de
acostarse, ir a hacer pipí o comer. Aproveche, será la última vez que
tendrá todas las respuestas.
3) Para hacerse una IDEA de cómo serán las noches, consiga un
almohadón húmedo de entre 4 y 6 kilos, y recorra el salón llevándolo
en brazos, sin sentarse, desde las 5 de la tarde hasta las 10 de la
noche. A las 10 suelte el almohadón, ponga el despertador para que
suene a las 12 y duerma. Cuando a las 12 suene el despertador,
levántese y vuelva a pasear el almohadón por el salón mientras canta
canciones de cuna en la oscuridad. Repetir a las 2AM a las 4 AM y a
las 6 AM. Opcional: A las 4 AM puede dar una vuelta en coche con el
almohadón. Siga esta rutina durante 5 años. Ponga siempre buena cara.
4) ¿Es posible aguantar a los niños dentro de casa? Para averiguarlo,
unte nocilla en el sofá y mermelada en las cortinas. Esconda un trozo
de pescado rebozado detrás del equipo de música y déjelo ahí durante
todo el verano. Meta los dedos en las macetas y luego arrástrelos por
las paredes más limpias. Dibuje encima de las manchas con lápices de
color. Compre 5 cachorritos de doberman y déjelos retozar en su
dormitorio.
5) Vestir a un niño pequeño es simple: Primero, compre un pulpo,
pídale al verdulero una bolsa de red y trate de introducir el pulpo
dentro de la bolsa de manera que no salga ninguno de los tentáculos
por los agujeros de la red. No se aflija, le puede dedicar toda la
mañana.
6) Niños en edad escolar: Guarde una caja de huevos (vacía). Usando
una tijera y unos rotuladores, conviértala en un gracioso cocodrilo.
Ahora junte un envase tetra-brik, una pelota de ping-pong y un paquete
de cereales vacío y construya una réplica exacta de la Torre Eiffel.
Comience este tra bajo a las 11 de la noche, que sería la hora en la
que se entera que ES PARA MAÑANA. ¡Excelente! Ahora espere las
críticas de la maestra.
7) Cambie el coche de dos puertas por una camioneta. Y no la lave
nunca más. Después de todo, es un auto familiar, sin valor de reventa.
Compre un helado de chocolate y aplástelo en la guantera. Meta dos
monedas de 10 cts. en el compact. Compre un paquete familiar de
galletitas dulces. Macháquelas un buen rato sobre los asientos
traseros. Salga del coche, y arañe ambos lados del vehículo con la
llave. ¡Perfecto!
8) Vaya al supermercado. Lleve consigo lo más parecido que encuentre
a un niño de menos de cuatro años (una cabra adulta es ideal). Si
piensa tener más de un hijo, lleve dos cabras sueltas. Haga la compra
para una semana sin perder de vista las cabras. Mantenga discusiones
con los encargados de seguridad del supermercado, subiendo en el
escalafón (pero siempre sin perder de vista a las cabras). Cuando
llegue al gerente, cambie de supermercado.
9) Darle de comer a un niño: Compre un melón, vacíelo, y hágale un
pequeño agujero en un costado. Cuélguelo del techo y déle un golpe
para que se balancee. Ahora tome un plato con puré de calabaza. Trate
de meter cucharadas de puré dentro del melón, mientras simula ser un
avión. Siga intentándolo hasta terminar la mitad del puré. El resto,
viértalo sobre su regazo, y desparrame bastante en el suelo.
10) El aseo de la criatura: Consiga un gato adulto (preferentemente
callejero o semisalvaje). Póngase su mejor traje si es hombre o medias
y zapatos de tacón alto si es mujer. Llene la bañera con agua tibia y
juguetes de goma. Acto seguido introduzca el gato y lávelo con
champú. Luego de enjuagarlo y secarlo con una toalla, siga el
procedimiento indicado previamente con el pulpo y la bolsa de red.
Repetir todas las noches durante 5 años.

Si logra superar estos pasos, usted puede tener hijos cuando lo
desee. El resto es lo mejor que le podrá pasar en su vida.

2 comentarios:

  1. TENER UN HIJO' (Andreu Buenafuente) (I)

    El verano pasado mi hijo Alejandro, cumplió 4 años, y, cuando sopló las velas, mi mujer y yo le dijimos:
    -Cariño, pide un deseo. A ver, ¿qué has pedido?
    Y el niño nos mira así, todo ilusionado, y nos dice:
    Una play station o un hermanito.

    Y mi mujer y yo nos miramos y dijimos:
    'joder, la playstation son ochenta mil'
    Así que fuimos a por la parejita. Si lo llego a saber, va ella sola. Hay que ver lo rápido que se queda embarazada una novia, y lo que cuesta dejar embarazada a tu mujer.

    ¡Es verdad! ¡Tú llevas un mes saliendo con una chica, estás parado, le caes mal a sus padres, no te quitas el condón ni para ducharte. Y la dejas embarazada a la primera!

    Ahora, como vayáis a por el niño. Es mas fácil sacarla de España de tanto empujar, que dejarla embarazada..! Eso si, os ponéis los dos muy melosos:
    Velitas, incienso, música de saxofón, porque piensas:
    Vamos a hacerlo con mucho cariño para que sea fruto del amor.

    Después de seis meses sin que se quede embarazada dices:
    'A ver si va a ser mejor que sea fruto de un polvo'.

    Sí, porque pasa como con el fútbol. Jugar bonito le gusta a todo el mundo, pero lo que cuenta es meter gol. Así que vais a consultar al ginecólogo y el tío te dice:
    -Esto es normal. Tenéis que insistir más.

    Total, que te receta los polvos como si fueran Frenadol:
    -Tres al día cada 6 horas.

    Cuando llevas dos meses a este ritmo, te quieres morir.

    Lo peor es la semana de ovulación. Porque, por lo visto en esos días sube la temperatura y eso aumenta la fertilidad. Así que mi mujer está todo el día con el termómetro. Y claro, de repente, estás en medio de una reunión y suena el teléfono:
    -Cariño, me ha subido. Vente corriendo. Tiene que ser ahora mismo.

    Y a ver como se lo explicas a tu jefe:
    -Mire, me tengo que ir., es que a mi mujer le ha subido la temperatura.

    -¿y no puede atenderla un médico?

    -Hombre, es que preferiría que el niño fuera mío.


    Y llegas a casa y te la encuentras ya desnuda y preparada., que dices:
    'jo, yo así no puedo! Esto es como comer pipas peladas!'.

    Y es que ella no piensa en otra cosa. ¡Coño, que parece un tío!

    Y yo me siento como una máquina. Vamos, que cuando terminamos me dan ganas de decirle:
    'Su espermatozoide, gracias!

    Y, encima, todo el mundo te da consejos:
    Hacedlo en la postura del misionero, con luna llena; que ella se ponga un cojín debajo y que después de hacerlo se pegue media hora tumbada con los pies en alto.

    Joder! ¡La pobre! Es la primera vez que soy yo el que tiene que decirle a ella:
    '¡Aguanta, aguanta un poco más!'

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  2. Tener un hijo (Andreu Buenafuente) (II)

    Al final, cuando vimos que no había forma, volvimos al médico, y va y me dice:
    -Bueno, pues, lo mejor va a ser que se haga un análisis de semen, porque puede que tenga usted pocos espermatozoides.
    Y tú piensas:
    '¡Coño, seis meses..... a seis polvos diarios! ¡lo que me extraña es que me quede alguno!'..

    Y el médico:
    -Aunque también podría tratarse de astenospermia. Lo que se conoce como....'Espermatozoides vagos'.

    Y mi mujer:
    -¡Buah.! ¡Pues va a ser eso! Porque se pasa el día tocándose los huevos.

    Y el otro:
    -Usted no se preocupe, que si es eso, podemos extraerlos e implantarlos en el óvulo.

    ¡Si hombre.! Una cosa es que sean vagos y otra ponerles taxi para recorrer doce centímetros.!

    Y el médico:
    -Es que ésto es muy difícil. Tenga en cuenta que de millones de espermatozoides sólo puede ganar uno.

    -¡Mira, como en Gran hermano!


    El caso es que tienes que hacerte el análisis. Te meten en una habitación con un vasito y un montón de revistas porno. Y tú te sientas allí, a ver si se anima.

    Pero estás mirando un montón de fotos de tías en pelotas y lo único que piensas es:
    '¡Huy!, fíjate ésta... con las caderas tan estrechas va a tener problemas en el parto, ¿eh?... ¡Huy!, esta otra... con toda la silicona que se ha metido... ¡a ver como amamanta al niño!'

    Y encima, mi mujer desde fuera:
    -Cariño! ¿Has terminado ya? ¡En casa no aguantas tanto!

    Total, que al final, con mucha buena voluntad consigues llenar el vasito.

    Pero luego te pasas toda la semana jodido mientras esperas los resultados.


    Lo peor de todo es que empiezas a dudar de que el niño que ya tienes sea tuyo. Miras al niño y piensas:
    'Sí, de acuerdo, Alejandrito es clavado a mí, pero yo tengo una cara muy corriente'.

    Y te acuerdas de esa insistencia de tu mujer en ponerle Alejandro.
    ¿Qué pasa, que Santi no es bonito?

    Y ya para colmo es cuando llega tu suegra y le dice:
    -¡Ay, que niño tan listo! ¿A quién habrá salido?

    Qué ahí ya dices:
    ¡Coño, es verdad! ¡A ver si tampoco va a ser de mi mujer!

    Pero de pronto reaccionas:
    ¡Joder, me estoy emparanoiando! ¡Alejandro es mío!

    Hay que tener en cuenta que, en aquel tiempo, dejarla embarazada era más fácil: yo estaba en paro, mis suegros me odiaban, me ponía condón. ¡Coño, lo teníamos todo a favor!


    Al final nos dieron los resultados y por lo visto, no me pasa nada.
    Lo que tengo es estrés.
    Así que le he comprado al niño la Playstation ; a ver si jugando me relajo un poco

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