jueves, 3 de marzo de 2011

Mujeres de dos en dos al baño... ¿porqué?

Gracias a una amiga, ahora tenemos la explicación, amigos.

El gran secreto de todas las mujeres respecto a los baños es que de pequeña tu madre te llevaba al baño, te enseñaba a limpiar la tabla del inodoro con papel higiénico y luego ponía tiras de papel cuidadosamente en el perímetro de la taza. Finalmente te instruía: 'Nunca, nunca te sientes en un baño público'.
Y luego te mostraba 'la posición' que consiste en balancearte sobre el inodoro en una posición de sentarse sin que tu cuerpo haga contacto con la taza.
'La Posición' es una de las primeras lecciones de vida de una niña, súper importante y necesaria, nos ha de acompañar durante el resto de nuestras vidas. Pero aún hoy en nuestros años adultos, 'la posición' es dolorosamente difícil de mantener cuando tu vejiga está a punto de reventar.

Cuando TIENES que ir a un baño público, te encuentras con una cola de mujeres que te hace pensar que dentro está Brad Pitt. Así que te resignas a esperar, sonriendo amablemente a las demás mujeres que también están discretamente cruzando piernas y brazos en la posición oficial de 'me estoy 'meando''.
Finalmente te toca a ti, si no llega la típica mamá con 'la nenita que no se puede aguantar más'.
Entonces verificas cada cubículo por debajo para ver si no hay piernas. Todos están ocupados. Finalmente uno se abre y te lanzas casi tirando a la persona que va saliendo. Entras y te das cuenta de que el picaporte no funciona (nunca funciona);
no importa... Cuelgas el bolso del gancho que hay en la puerta, y si no hay gancho (nunca hay gancho), inspeccionas la zona, el suelo esta lleno de líquidos indefinidos y no te atreves a dejarlo ahí, así que te lo cuelgas del cuello mientras miras como se balancea debajo tuyo, sin contar que te desnuca la correa, porque el bolso está lleno de cositas que fuiste metiendo dentro, la mayoría de las cuales no usas, pero que las tienes por si acaso...
Pero volviendo a la puerta... Como no tenía picaporte, la única opción es sostenerla con una mano, mientras que con la otra de un tirón te bajas los pantalones y te pones en 'la posición'... Alivio...... AAhhhhhh.... por fin... Ahí es cuando tus muslos empiezan a temblar.... Porque estás suspendida en el aire, con las piernas flexionadas, las braguitas cortándote la circulación de los muslos, el brazo extendido haciendo fuerza contra la puerta y un bolso de 5 kg colgando de tu cuello.
Te encantaría sentarte, pero no tuviste tiempo de limpiar la taza ni la cubriste con papel, interiormente crees que no pasaría nada pero la voz de tu madre retumba en tu cabeza 'jamás te sientes en un inodoro público!!', así que te quedas en 'la posición' con el tembleque de piernas... Y por un fallo de cálculo en las distancias una salpicada finíííííísima del chorro te salpica en tu propio culo y te moja hasta las medias!!!
Con suerte no te mojas tus propios zapatos, y es que adoptar 'la posición' requiere una gran concentración.
Para alejar de tu mente esa desgracia, buscas el rollo de papel higiénico peeero, nooo hayyyyyy...! El rollo esta vacío...! (siempre) Entonces suplicas al cielo que entre los 5 kilos de cachivaches que llevas en el bolso haya un miserable kleenex,
pero para buscar en tu bolso tienes que soltar la puerta, dudas un momento, pero no hay más remedio... Y en cuanto la sueltas, alguien la empuja y tienes que frenar con un movimiento rápido y brusco, mientras gritas OCUPAAADOOOO!!!
Ahí das por hecho que todas las que esperan en el exterior escucharon tu mensaje y ya puedes soltar la puerta sin miedo, nadie intentará abrirla de nuevo (en eso las mujeres nos respetamos mucho).
Sin contar el garrón del portazo, el desnuque con la correa del bolso, el sudor que corre por tu frente, la salpicada del chorro en las piernas... el recuerdo de tu mamá, que estaría avergonzadísima si te viera así; porque su culo nunca tocó el asiento de un baño público, porque francamente, 'tú no sabes qué enfermedades podrías agarrarte ahí'... estás exhausta, cuando te paras ya no sientes las piernas, te acomodas la ropa rapidísimo y tiras la cadena tratando de tocarla lo menos posible, por si las enfermedades...
Entonces vas al lavabo. Todo esta lleno de agua así que no puedes soltar el bolso ni un segundo, te lo cuelgas al hombro, no sabes cómo funciona el grifo con los sensores automáticos, así que tocas hasta que sale un chorrito de agua fresca,
y consigues jabón (si es que lo hay), te lavas en una posición de jorobado de Notredame para que no se resbale el bolso y quede debajo del chorro...
El secador ni lo usas, es un trasto inútil así que terminas secándote las manos
en tus pantalones, porque no piensas gastar tu kleenex para eso y sales...
En este momento ves a tu chico que entró y salió del baño de hombres y encima le quedó tiempo de sobra para leer un libro de Borges mientras te esperaba.
'¿Por qué tardaste tanto?'' te pregunta él ya aburrido.
'Había mucha cola' te limitas a decir.
Y esta es la razón por la que las mujeres vamos en grupo al baño, por solidaridad, ya que una te aguanta el bolso y el abrigo, la otra te sujeta la puerta, otra te pasa el kleenex por debajo de la puerta y así es mucho más sencillo y rápido
ya que uno sólo tiene que concentrarse en mantener ' la posición ' y la dignidad.
¡Gracias a todas por haberme acompañado alguna vez al baño y servirme de perchero o tenedora de puerta!!!!..... pásalo a los tontos hombres que siempre preguntan ¿Por qué tardaste tanto en el baño o por qué siempre las mujeres van acompañadas...?

1 comentario:

  1. COSAS QUE HAY QUE SABER SOBRE LAS MUJERES

    1. De media una mujer besa a 79 hombres antes de casarse. Después, no hay datos.
    2. Casi todas las mujeres piensan que conducen mejor de lo que dicen que conducen. No se lo recuerdes cuando esté al volante o se pondrá hecha una furia y tendréis un accidente.
    3. Nunca le digas que está “mona”. Para ellas es sinónimo de “no estás buena pero al menos no me provocas náuseas”. “Sexi” sí les gusta oírlo. “Cachonda”, con medida, también. “eres la hostia”, sólo si se acaba de pegar con Van Damme por una plaza de aparcamiento.
    4. Las mujeres suelen comprar zapatos de uno o dos números más pequeños, porque se niegan a aceptar el tamaño de sus pies. De hecho, muchas los odian, pero no se los cortan porque les sirven para ir de compras… a por más zapatos.
    5. A las mujeres les gusta decir guarradas, pero tienen miedo deque luego no las respetes. Asegúrale que desfogarse en la cama no le hace tener menos clase, sino todo lo contrario, y se convertirá en una salvaje.
    6. Toda mujer está acomplejada con su trasero. Dile que te encanta y la verás más a menudo.
    7. Si quieres más sexo dile que hoy te ha tirado los tejos una mujer atractiva. Funciona 60 veces de cada 100, que no es poco.
    8. De vez en cuando deja que escoja la película, y no te quejes demasiado.
    9. El número de piercings que tenga es proporcional al número de sitios por los que te dejará entrar. A partir de tres, esta regla no vale.
    10. No le digas nunca que has ido con otra mujer a escogerle el regalo, lo odia.
    11. Ella puede poner a parir a su mejor amiga, pero a ti ni se te pase por la cabeza decir ni media.
    12. Las chicas feas salen con chicas guapas porque les hace sentirse más atractivas. Las chicas guapas salen con chicas feas por la misma razón.
    13. Probablemente, nunca sepas con cuantos hombres se ha acostado en su vida. La mentira estándar es cinco, que en realidad significa doce. Más o menos.
    14. Si te sale una hermosa cornamenta notarás en la cama cuando hacéis el amor que gime como nunca, mientras te mueves como siempre… Y en el móvil, de diez llamadas, cinco son equivocadas, tres de una amiga y dos del contestador.
    15. Si la cornamenta la pones tú a ella, nunca digas que los chupetones son porque te has vuelto muy religioso y te han salido estigmas.

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