Dos niños patinaban en un lago congelado de Alemania. Era una tarde nublada y fría. Los niños jugaban despreocupados. De repente, el hielo se quebró y uno de los niños se cayó, quedando preso en la grieta del hielo. El otro, viendo a su amigo preso y congelándose, tiró un patín y comenzó a golpear el hielo con todas sus fuerzas hasta, por fin, conseguir quebrarlo y libertar el amigo. Cuando los bomberos llegaron y vieron lo que había pasado, preguntaron al niño: - “¿Cómo conseguiste hacer eso? ¡Es imposible que consiguieras partir el hielo, siendo tan pequeño y con tan pocas fuerzas!” En ese momento, el genio Albert Einstein, que pasaba por allí, comentó: - Yo sé cómo lo hizo. - ¿Cómo? – Le preguntaron. - “Es sencillo”, respondió Einstein, “no había nadie para decirle que no era capaz”. |
jueves, 12 de junio de 2014
Lo consiguió porque nadie le dijo que era imposible
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