(Ver al final de la entrada: Nota a posteriori)
EL CUENTO DE AMOR MÁS BREVE Y HERMOSO DEL MUNDO
Había una vez un hermoso príncipe que le preguntó a su bella Princesita:
- ¿Te quieres casar conmigo?
- Y ella le respondió: ¡¡¡ NOOOOOOO... !!!
Y el príncipe fué feliz toda su vida: yendo a pescar, a cazar y al bar todos los días con sus amigos. Y tomaba mucha cerveza y se ponía de cubatas hasta las orejas. Jugaba al golf y comía caviar porque le alcanzaba la pasta para eso y mucho más. Dejaba la ropa tirada en la silla del comedor y follaba con mujeres de la noche, con las vecinas y con las amigas. Y no tenía que competir con que si tenía el mejor coche, o iba al mejor sitio de vacaciones. Se tiraba pedos a mansalva y meaba salpicando la tapa del inodoro. Cagaba con la puerta del baño abierta, leyendo sin límite de tiempo y cantaba eructando y se rascaba los güevos cuando le salía de los
cojones. Escuchaba música a toda caña y veía fútbol todo el fin de semana... y ¡¡¡ no le tocaban las pelotas !!!
FIN
¡¡¡Por enesima vez, se me han saltado hasta las lágrimas, coño...!!!
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Mi mujer me preguntó:
- ¿Con cuántas mujeres has dormido?
Yo, orgullosamente, le contesté:
- Sólo contigo, mi amor. Con todas las demás, estaba despierto...
(Horario de visitas al Hospital: de 10 a.m. hasta 8 p.m.)
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Yo NO quiero ser pobre...
Un día un pordiosero se dirigió hacia la ventanilla de un lujoso automóvil que estaba detenido en un semáforo y ocupado por un elegante y próspero caballero y se entabla el siguiente diálogo:
- Señor, ¿podría prestarme diez euros para comer?
- Pero, ¿no te los irás a beber, verdad?
- No señor, nunca en mi vida he bebido alcohol.
- Entonces, ¿te lo vas a gastar en tabaco?
- No señor, no fumo, ni nunca lo he hecho.
- ¿Te los vas a gastar mejor jugando y apostando con los otros vagos?
- De ninguna manera. Nunca juego ni apuesto nada.
- ¿Se los piensas dar a una prostituta, acaso?
- Jamás he tenido relaciones con ninguna mujer que no fuera mi novia, convertida luego en mi esposa hasta que me abandonó.
Entonces toma, no diez, sino cien euros. Pero vente a comer a mi casa. Quiero invitarte a una buena comida casera y así podrás ahorrarte los cien euros.
El pordiosero, sorprendido, sube al impresionante coche y ya en camino pregunta:
- Oiga, señor, ¿no se enojará su esposa al ver llegar a alguien como yo y que se siente a la mesa a comer?.
- Probablemente sí, - contesta el rico - pero valdrá la pena. Tengo interés en que vea en qué se convierte un hombre que no bebe, no fuma, no juega, no baila, ni sale con putas!
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El marido estaba en estado de coma. Salió y entró de ese estado por meses y, aún así, su mujer permaneció a su lado todos los días.
Un día que él despierta, le pide a su mujer que se acerque y con lágrimas en los ojos, le dice:
- ¿Sabes qué? Siempre has estado a mi lado en cada momento malo. Cuando fui despedido del trabajo, me diste ánimo, cuando mi negocio quebró, estuviste ahí, cuando me dispararon, estuviste a mi lado, cuando perdimos la casa, te quedaste aquí mismo, cuando mi salud empezó a decaer, estabas ahí mismo, a mi lado.... ¿Sabes qué?
- ¿Qué, querido? -preguntó ella sonriendo, a medida que su corazón se llenaba de ternura...
- PA'MI, QUE TU ME TRAES MALA SUERTE.
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Nota a posteriori:
Después de haber publicado las historias y chistes de arriba debo poner en conocimiento un comentario recibido:
"Jorge porque tengo los dedos helados y con los guantes no escribo muy bien, pero prometo que otro día te devuelvo esta sarta de chistes machistas con una de feministas, jajaja. Saludos".
A lo que debo decir:
Gracias por el comentario, sobretodo porque no es el primero, pero por suerte, con buena intención; la misma buena intención que yo pongo al crear las entradas.
Quiero decir que no lo hago con ánimo de ofender, la vida está compuesta de muchas cosas, y una de ellas es verla el plan de alegría y parodia. Qué sería de los chistes si no existieran los cojos, los gallegos, los médicos, las rubias... ¿alguien no se ha pasado alguna vez contando chistes o escuchándolos, un momento irrepetible?
Estoy esperando chistes machistas, asique ya sabéis, pero ya en alguna ocasión he publicado alguno.
A propósito de chistes de lugares:
Van un inglés, un francés, y un gallego... bueno, mejor, van un inglés y un gallego, que el francés no ha pasado la repesca.
(sin ánimo de ofender)
Dos amigos conversando en un bar; le dice el uno al otro:
ResponderEliminar- en mi casa siempre digo yo la última palabra
- ¿y cuál es?
- "Lo que tú digas, cariño"