Puede que sus palabras sean tan fuertes que en un momento te hieran, pero cuando las procesas te percatas que era necesario para que "despertaras" o salieras de un letargo, fantasía o error que te estaba llevando a una desgracia.
Saben escuchar y valorar, y siendo sumamente intuitivos ven cosas en ti que otros no ven. Cuando te sientas mal por haber escuchado alguna opinión dura, inclusive salida de sus labios, sabrán abrazarte, y decirte con el corazón en la mano "te lo dije porque te quiero mucho", y esas palabras serán el tesoro que te demostrará lo importante y hermoso que es tener un amigo así. Son leales a más no poder.
Nota marinera: No creo mucho en los horóscopos, creo más en las personas, y por desgracia a la vez que por suerte, en algunas ya más que otras...
Me voy a comer... me voy a comer el mundo, no la cabeza.
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