La señora pide disculpas y explica: “Es que no había esta
moda verde en mis tiempos.”
El empleado le contestó: “Ese es ahora nuestro problema.
Su generación no puso suficiente cuidado en conservar el medio ambiente.”
Tiene razón: nuestra generación no tenía esa moda verde
en esos tiempos:
En aquel entonces, las botellas de leche, las botellas de
gaseosa y las de cerveza se devolvían a la tienda.
La tienda las enviaba de nuevo a la fábrica para ser
lavadas y esterilizadas antes de llenarlas de nuevo, de manera que se podían
usar las mismas botellas una y otra vez. Así, realmente las reciclaban.
Subíamos las escaleras, porque no había escaleras
mecánicas en cada comercio ni oficina. Íbamos andando a las tiendas en lugar de
ir en coches de 300 caballos de potencia cada vez que necesitábamos recorrer
200 metros.
Por entonces, lavábamos los pañales de los bebés porque
no los había desechables. Secábamos la ropa en tendederos, no en secadoras que
funcionan con 220 voltios. La energía solar y la eólica secaban verdaderamente
nuestra ropa. Los chicos usaban la ropa de sus hermanos mayores, no siempre modelitos
nuevos.
Entonces teníamos una televisión, o radio, en casa, no un
televisor en cada habitación. Y la TV tenía una pantallita del tamaño de un
pañuelo, no una pantallota del tamaño de un estadio de futbol. En la cocina,
molíamos y batíamos a mano, porque no había máquinas eléctricas que lo hiciesen
por nosotros. Cuando empaquetábamos algo frágil para enviarlo por correo,
usábamos periódicos arrugados para protegerlo, no cartones preformados o
bolitas de plástico. En esos tiempos no arrancábamos un motor y quemábamos
gasolina sólo para cortar el césped; usábamos una podadora que funcionaba a
músculo. Hacíamos ejercicio trabajando, así que no necesitábamos ir a un
gimnasio para correr sobre cintas mecánicas que funcionan con electricidad.
Bebíamos del grifo cuando teníamos sed, en lugar de usar
vasitos o botellas de plástico cada vez que teníamos que tomar agua.
Recargábamos las estilográficas con tinta, en lugar de comprar una nueva y
cambiábamos las cuchillas de afeitar en vez de tirar a la basura toda la
maquina afeitadora sólo porque la hoja perdió su filo.
En aquellos tiempos, la gente tomaba el tranvía o el
autobús y los chicos iban en sus bicicletas a la escuela o andando, en lugar de
usar a su mamá como taxista las 24 horas. Teníamos un enchufe en cada
habitación, no un regleta de enchufes para alimentar una docena de artefactos.
Y no necesitábamos un aparato electrónico para recibir señales desde satélites
situados a miles de kilómetros de distancia en el espacio para encontrar la
pizzería más próxima.
Así que me parece lógico que la actual generación se
queje continuamente de lo irresponsables que éramos los ahora viejos por no
tener esta maravillosa moda verde en nuestros tiempos.
Sinceramente una historia que da para pensar…
Normalmente se le echa la culpa a nuestras anteriores generaciones de el daño
ambiental que hay ahora, pero después de leer esto, ¿aún lo crees?
¿No seremos nosotros los que con tanto avance
estaremos cargándonos el medio ambiente en vez de sanearlo?
Saludos
Pues va a ser que sí....
ResponderEliminarSí, creo que si, que tiene razón en la mayoría.
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