Un señor, conduiciendo por la carretera,
ve un cartel en el frente de una casucha:
"Se vende perro que habla"
Detiene el coche, golpea a la puerta y aparece el dueño, quien le dice que si
tiene interés en verlo, el perro está en el patio trasero.
- ¿Vos hablás?
- Sip, responde el labrador.
Cuando el hombre se recobra del shock al haber oído hablar al animal, le dice:
- ¿Cuál es tu historia?
El labrador levanta la vista y relata:
- Bueno, descubrí que podía hablar desde pequeño. Así que, como quería ayudar
al gobierno, se lo dije a la CIA. En un segundo me prepararon, y me tuvieron
viajando por todo el país, sentado en los cuartos de los espías y líderes
mundiales, porque nadie podía imaginar que un perro les estuviese entendiendo
lo que decían. Fui uno de los espías de la CIA más valiosos, por más de ocho
años. Pero tanto viajar, tanto viajar, me fui cansando y me sentía un poco
viejo. Renuncié y me conchabé para un empleo en el aeropuerto. Quería hacer un
trabajo más liviano, de espía encubierto: vagaba cerca de los sospechosos y
escuchaba sus comentarios.
Descubrí muchos manejos ilegales y recibí muchas condecoraciones.
Luego me casé, tuve muchos cachorritos y aquí me ve, totalmente retirado de la
actividad.
El tipo queda sorprendido, absorto. Sale y le pregunta al dueño:
- ¿Cuánto quiere por el perro?
- Diez dólares.
- ¿Diez dólares nada más...???? Pero este perro está fuera de toda lógica...!!!
¿Por qué razón lo vende tan barato...???
- Porque es un mentiroso de mierda. Jamás salió de ese patio.
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