España va... ¡Belén!

Leí una noticia hace un tiempo, o mejor dicho, una gracia que a uno se le ocurrió, con toda la razón del mundo.
Cuando la noticia política es que Belén Esteban tiene problemas con el Defensor del Menor; cuando la noticia de salud es el azúcar en sangre que tiene esta mujer y no la sanidad nacional; cuando la frase más popular es “por mi hija mato” en vez de “no hay trabajo” o “deme algo”…; cuando de economía se habla de lo que cobrará, otra vez, esta mujer, por sus exclusivas… España va Belén! Y nosotros cada vez peor.
Yo creo que necesitamos un referente, de trabajo, de responsabilidad, de gestión, de educación, pero no a esta persona que hasta riéndonos de ella, le damos coba, por mi parte aquí termina este temita de la Belén.

Jesús España, Valdemoro, Madrid, 1978, fondista español, no invitaría jamás a cenar Belén Esteban. Dice que en este país se puede ser famoso sin haber contraído ningún mérito y tenemos investigadores que luchan contra el cáncer y permanecen en el más absoluto anonimato. Lo que me hace gracia, cambiando de tema, de Jesús España es lo que dice que quiere que le pongan en su epitafio: “Descanse en paz”, llevo toda la vida corriendo.

Una madre:
Creo que ya vale. Como mujer y madre soltera, siento vergüenza ajena, me siento insultada enormemente cuando oigo la palabra Belén esteban. Si tanto quiere a su hija, que se dedique a trabajar, no a eso a lo que ella llama "trabajo".

Como dice Juan Manuel de Prada, “el hombre necesita alimentar su adicción a las intimidades ajenas, aunque sean intimidades de pacotilla, aunque sean intimidades más tediosas que un paisaje de alfalfa”. “Nuestra curiosidad atávica (*) ya no se conforma con la intromisión en la intimidad ajena, sino que necesita grabarla, registrarla, archivarla…”
(*) Atavismo: Semejanza con los abuelos o antepasados lejanos. Tendencia a imitar o a mantener formas de vida, costumbres, etc., arcaicas.