Rafael Nadal

Yo creo que este chico ya se merece una entrada aparte, ¿no creéis?

(basados mis comentarios en las palabras para el semanal de Carlos Herrera)

Cada día Nadal nos da una lección de humildad sincera, manteniendo su serenidad suceda lo que le suceda, y realmente no le sucede nada, el ha trabajado todo lo que le está sucediendo, es el destino que sembró.

Joven, rico, atleta, ídolo… y con la cabeza fría. Podríamos alguno tenerla así de amueblada en sus circunstancias? Me recuerda a Indurain, mi primer ídolo.

Después de actos heróicos frente a los mejores (Federer, a día de hoy, el mejor tenista de todos los tiempos, y el que no lo crea, le digo: los números son lo único incuestionable en el deporte, y en la vida), sólo le queda palabras de respeto hacia ellos, hacia el contrario que aún ganando, le han hecho sufrir. Además, agradece a su entorno todo lo que tiene, y todo lo que consigue. No demuestra nunca odio al contrario, es un caballero dentro de un niño. A nadie le gusta perder, pero peor es ser un perdedor maleducado. Nadal, como Manolo Santana, parece que pide disculpas al contrario cuando gana.

Menuda biografía deportiva que tiene ya el chico, la mejor de España, ya. (Luis Figuerola-Ferretti).

Como ser humano está a la altura de cómo deportista, no digo más. Le admiro.

También quiero decir que admiro a todo aquél que hace su trabajo con orgullo, responsabilidad y profesionalidad; decía Gabriel García Márquez:
"Siempre he creído, en contra de otros criterios muy respetables, que los escritores no estamos en el mundo para ser coronados; que los escritores no lo somos por nuestros propios méritos, sino por la desgracia de que no podemos ser otra cosa y que nuestro trabajo solitario no debe merecernos más recompensas ni más privilegios que los que merece el zapatero por hacer sus zapatos" (en el discurso "Por ustedes", Caracas, Venezuela, 02.08.1972)

Nadal es tenista, no merece más respeto que cualquier otro trabajador, pero trabaja como persona, como buena persona que es.

(dedicado a los que lo ven como un producto, y a los que la presunción de inocencia no le suena a nada)