En el metro de Londres, una señora inglesa devota protestante, le pregunta a un irlandés:
- ¿Usted toma cerveza?
- Si.
- ¿Cuántas al día?
- Tres cajas de seis botellas.
- ¿Cuanto paga por cada caja?
- Diez Libras.
- ¿Cuando tiempo hace que bebe a ese ritmo?
- Hace veinte años.
- Si un pack cuesta eso y consume tres al día, usted gasta cada mes 900 libras. En un año son 10.800 libras, ¿correcto?
- Usted lo ha dicho, así es.
- Entonces, en los últimos 20 años ha gastado 216.000 libras...
- Correcto.
- Sabe usted que si no bebiera, todo ese dinero podría haber sido puesto en una cuenta de ahorros y ahora, con ese dinero y sus intereses producidos, ¿podría comprar un Rolls Royce de último año?
El irlandés la mira, suspira, hace una larga pausa, y le pregunta:
- Señora, si me lo permite podríamos decir que aparentamos una edad parecida, ¿coincide conmigo?
- Si, puedo aceptarlo, así parece.
- ¿Usted bebe alcohol señora?
- No.
- Y entonces... ¿dónde leches está su Rolls Royce?
La empleada, llorando, coge su maleta y se despide de la patrona. La señora le pregunta:
- ¿A dónde vas?
- Me voy a mi pueblo a morir cerca de los míos.
- Pero, ¿qué pasa?, ¿porqué dices eso?, pregunta la señora.
- Señora, usted misma dice que su esposo es un excelente médico y que nunca se equivoca en sus diagnósticos...
- Si, eso es cierto, él nunca se equivoca en eso... pero, ¿qué tiene que ver eso con su salida de la casa?
- Por eso precisamente, es que el señor esta mañana me apretó las nalgas y diagnosticó: "¡De esta noche no pasas!".
Una señora con su hijo de 5 años, comiendo en un restaurante, y tras un descuido, el chico se mete una moneda en la boca y se atraganta. La madre intenta hacerle escupir la moneda golpeándole la espalda, palmeándole el cuello, sacudiéndolo, sin éxito.
El chico ya comienza a dar síntomas de asfixia, y la madre, desesperada, comienza a gritar pidiendo auxilio.
Un señor se levanta de una mesa cercana, y con pasmosa tranquilidad, sin decir palabra alguna, le baja los pantalones a la criatura, toma sus pequeños testículos, los aprieta con fuerza, y tira hacia abajo violentamente.
Automáticamente el niño, ante el dolor irresistible, escupe la moneda, y el señor, con la misma pasmosa tranquilidad con la que se acercó, regresa a su mesa sin decire palabra.
Al rato, la señora, ya tranquilizada, se acerca para agradecerle que haya salvado la vida de su hijo, y le pregunta:
- ¿Usted es médico?
- No señora, soy funcionario de hacienda experto en tocar los cojones hasta sacar la última moneda-
- Papá, ¿qué se siente al tener un hijo tan guapo?
- No lo sé hijo, pregúntale a tu abuelo...
En una lavandería:
Un hombre manda su ropa a la lavandería y pone una nota:
"Por favor, usad más jabón en los calzoncillos"
Cuando va a buscarla, se encuentra otra nota que dice:
"Usa más papel de baño en el culo".
¿Qué le dice una impresora a otra?
¿Esta copia es tuya o es impresión mía?
¿Sabes de dónde viene la lana vírgen?
Pues de las ovejas feas.
¿Qué hace una persona con un sobre de Ketchup en la oreja?
Escuchando salsa.
Pregunta final:
¿En qué se parace una PlayStation a unos pechos?
Mañana la respuesta...
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