miércoles, 11 de diciembre de 2013

Cosas que hacer con los niños, hijos y sobrinos

Cosas que hacer con los niños... aparte de comérselos a besos y abrazos!


Pues lo cuento... no son trucos, son cosas que yo hago, que mucha gente hace, y que todos deberíamos hacer.
- Con una trolley, depende del peso del niño o de la niña y del tamaño de la maleta con ruedas (yo se lo hacía hasta los dos años), la metía dentro y la llevaba por el pasillo como si fuera un trineo, y yo el Reno claro. Cuidado con las maletas de los chinos... (perdonen chinos, es un dicho popular).
- Estirar todos los muñecos, la mitad para cada uno, uno a cada banda del pasillo, y con una pelota, intentar tirarle los muñecos al contrario. Cuidado con las lámparas!
- Comprar un lienzo, grande mejor, pinturas al agua, con los tres colores primarios y uno blanco para clarear, y unos pinceles de cadena 100 (usar y tirar), pintar lo que se ocurra, flores, soles, ríos, pintarse las manos y los pies y posarlos en el lienzo... no se aconseja hacer lo mismo en la cara... la sábana santa ya existe…
- hacer un pastel, pelar huevos cocidos, un bizcocho, y que vea como hincha en el horno, ensaladas y que sea el/la enano/a quien tritura la verdura... todo esto es fácil, y les encanta jugar con los cacharros y con el agua lavando los platos y los vasos. Después de una ensalada un día me dice después de aliñarla...: - Papá, pásame un trapo, ¡Qué tengo las manos saladas!
- (tengo pendiente en una pared vieja hacer un mural con todo tipo de colores y recortes y pegamento, va a flipar)
- (también tengo pendiente ponerle una ropa vieja, muy vieja, y fregar el suelo con la ropa puesta hechando un poco de agua en el suelo, y deslizándose, no apto para tarimas flotantes ni parquets de poca calidad)
- Comida del cerdo, Copyright de Natalia M., no se come cerdo, ni carne, simplemente espaguetis, con tomate, y están prohibidos utensilios de acercamiento a la boca. Mejor hacer esta comida una vez al año, no vaya a ser que en el cole diga que lo hace a menudo, tampoco se permiten mano para coger el vaso y beber, mejor vasos de plástico claro.
- Luego ya, si el aburrimiento de estar en casa es mayúsculo, siempre se puede decir como me decía mi madre: - te aburres? pues coge un libro.
Mejor la tele lo justo, y como ves, hay infinidad de cosas para hacer con un hijo o hija y que te pases momentos inolvidables con ellos. Aprovecha los dáis que llueve, no son pocos, jejeje, y aún lloviendo, sal a la calle, mojarse sin coger frío antes de bañarse mola mogollón.
No le enseñes esto a nadie no vaya a ser que piensen que estoy loquito, o que piensen que mi hija conmigo se lo pasa de maravilla, es un secreto, los dos juntos nos lo pasamos como enanos, tanto ella como yo.
Ahora a ver si viciamos a sus primos en esto de hacer locuras caseras.

Aprovecho para felicitarlos por su 4º cumpleaños.
Dice la frase...
"Un sobrino es el mejor regalo que te puede dar un hermano"
Pues... imagínate si te han dado dos.
Lo demás, sobrinos, os lo diré en persona cuando vayamos todos a jugar y saltar por ahi.
Un abrazo a todos.
Jorge

1 comentario:

  1. Me pones los pelos de punta Jorge... Cuánta alegría y añoranza a la vez... Mira, yo dediqué mi infancia a un duro deporte minoritario, así que jugué lo que pude cuando pude. Recuerdo jugar a esquiar con mi hermano pequeño. Vivíamos en un piso con un pasillo larguísimo el cual nos daba para coger carrerilla desde la puerta del salón hasta la cocina, lugar en el cual ya se trataba de ser creativos en cómo cruzarla hasta la puerta de salida al patio interior que teníamos. Para ello usábamos o bien calcetines o esas zapatillas tipo indio con borreguito por dentro para resbalar patinando hasta la puerta de la cocina, allí ya te podías tirar de boca, rodar o rebozarte como pudieras sin tropezar con mamá que seguramente estaría por allí haciendo la cena. La puerta de la galería era la meta con cuidado de no haber tomado demasiado impulso pues era de cristal....
    Mi padre estaba prácticamente todo el día fuera trabajando pero los fines de semana nos explotaba. Nos llevaba al monte a coger caracoles, al aeropuerto a ver despegar los aviones sobre nuestras cabezas, a volar cometas cuando hacia viento... Pero cuando llovía nos quedábamos en casa y sacaba su grabadora. Hoy en día tenemos nuestras voces de niños contando chistes, cuentos, poesías que nos enseñaban en el colegio, canciones,... Gracias a él. Aún tengo pendiente pasar las cintas de cassette a CD...
    Mi hermano mayor contaba un chiste malo, cuanto más malo mejor, y paraba la cinta. Entonces me tiraba al suelo, se ponía encima de mi con las rodillas en mis codos y me hacia cosquillas. Así quedaba el chiste malo conmigo partiéndome de risa...
    Mi abuela, cuando ya no sabía qué hacer con nosotros, nos hacia plastilina con harina y agua, así de fácil, y nos entreteníamos toda la tarde. Las manos te quedaban suaves y aún recuerdo aquel olor de la harina...
    Gracias Jorge, eres un padre muy especial...

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