jueves, 10 de abril de 2014

8 cosas que las parejas felices no hacen

Desanimar a su pareja

Dos personas que se quieren y que se preocupan por la otra persona nunca intentarían desilusionar a su pareja o retenerla. Ellos se animan y se apoyan cuando tratan de perseguir sus objetivos y sus sueños.
Si reprimes a tu pareja, harás que la relación se resienta a largo plazo. Paradójicamente, dar mayor libertad a tu pareja a menudo supone un acercamiento por su parte.

Comerse la cabeza

Las preguntas tontas como ¿cuánto tengo que esperar antes de llamar? están de más si tu pareja es una persona madura y comprensiva. Llámala cuando quieras llamarla, escríbele cuando quieras escribirle. Los juegos y la manipulación no existen a la hora de construir una base sólida para una relación.

Dudar de los sentimientos del otro

En una relación feliz, las dos partes saben lo que significan para la otra persona. La comunicación y el cariño son muy importantes para minimizar las inseguridades y las dudas.

Dejar de intentarlo

Sabes que has encontrado a la pareja adecuada cuando no deja de mostrarte lo mucho que significas para él o para ella… aunque llevéis mucho tiempo juntos.

Esconder los problemas bajo la alfombra

No todo en la relación va a ser maravilloso, pero los retos a los que tengáis que enfrentaros juntos os harán más fuertes, como individuos y como pareja. No se puede solucionar ningún problema si no se le hace frente, y las personas que se preocupan por su pareja serán lo suficientemente maduras para tener discusiones de adultos y llegar a una conclusión.
Si se esconden los sentimientos, la otra persona no sabe lo que tiene que hacer o cambiar para que su pareja sea feliz, por lo que las cosas no mejorarán.

Fisgonear

Uno de los ingredientes clave para una relación feliz es la confianza, y la gente que tiene confianza no invade la privacidad de los demás. No debería hacer falta ponerle contraseña al móvil ni borrar el historial de Facebook. Las personas que tienen confianza en su pareja deberían ser un libro abierto para la otra persona, por lo que no habría necesidad de ir escondiéndose.

Desenterrar el pasado

Todos tenemos un pasado que ha hecho de nosotros lo que somos ahora. Algunas experiencias han sido positivas, y otras no tanto. Las parejas maduras y felices lo entienden y no usan los trapos sucios de la otra persona como argumento en sus discusiones, o como excusa para iniciar una disputa.

Dejar que la relación se estanque.

Tanto dentro como fuera del dormitorio, es importante que la pareja no se aburra, y que no sienta que las cosas no avanzan. A menudo, la intimidad en la cama se construye desde fuera, con gestos románticos y muestras de cariño, de modo que uno sepa lo que significa para el otro.

La felicidad en las relaciones se cimenta sobre la comunicación, la confianza, la lealtad y el respeto mutuo. Estas son algunas de las piedras angulares del amor. Si falta una, la otra no puede existir.

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