sábado, 5 de abril de 2014

La verdad y nada más que la verdad

David Casstevens del Noticiero Matutino de Dallas cuenta una anécdota sobre Frank Szymanski, un centro de Notre Dame en los 1940s, que había sido citado como testigo en un juicio civil en South Bend.

“¿Está usted en el equipo de fútbol Americano de este año de Notre Dame?” preguntó el juez.

“Sí, Su Señoría”

“¿En qué posición?”

“Centro, Su Señoría”

“¿Qué tan bueno es como centro?”

Szymanski se retorció en su asiento pero dijo con firmeza: “Señor, soy el mejor centro que Notre Dame ha tenido jamás”

El entrenador Frank Leahy, que estaba en la corte, se sorprendió. Szymanski había sido siempre modesto y no presuntuoso. Así que cuando terminaron las sesiones, llevó a Szymanski a un lado y le preguntó por qué había hecho tal afirmación. Szymanski se sonrojó.

“Me sentí mal al hacerlo, Entrenador”, dijo él. “Pero, después de todo, estaba bajo juramento”

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