domingo, 6 de abril de 2014

No te preocupes. ¡Ocúpate!

Hay una gran diferencia entre prever una dificultad y preocuparse por ella.

Al hacer planes parece razonable prever ciertos obstáculos complicados en el camino.

En la medida en que puedas anticiparte a ellos para estar esperándolos y si das los pasos necesarios como para minimizar su impacto, harás que tus esfuerzos resulten muchísimo más efectivos.

Sin embargo, preocuparse por los problemas que eventualmente podrían aparecer, genera una dinámica completamente diferente.

La preocupación te predispone a quedar atrapado por obstáculos que podrían no materializarse jamás.

¿Cuáles son las cosas que tus preocupaciones no te están permitiendo conseguir?

Si hay algún aspecto que te preocupa, lleva a cabo las acciones necesarias como para aliviar esa sensación.

Luego líbrate de tus preocupaciones y sigue adelante con tus cosas. Siempre que intentas algo ambicioso tienes la posibilidad de fracasar.

Pero si no lo intentases, el fracaso no sería sólo una posibilidad, sino una certeza.

En lugar de preocuparte por lo que podría suceder ponte en movimiento y utiliza tu energía para lidiar con lo que realmente esta ocurriendo.

Esa es la manera de hacer que… las cosas pasen.


Nota marinera:
No pretendo ser psicólogo, ni teólogo, ni sabio ni consejero, simplemente comparto lecturas que llegaron a mí y me parecen interesantes. 
Saludos y feliz domingo

1 comentario:

  1. Ayyyyy...para mi sencillo es,puedo llevar un pasajero y puede ir un conductor..no tengo porque ser yo,le doy las llaves a ese viejo amigo que una vez me salvó la vida y que lleve a la anciana al hospital más próximo,me quedo en la parada de bus,no importa que llueva adoro el agua,y la persona que se queda lo entenderá si es el hombre de mi vida y si no..pues no era el amor adecuado
    un saludo desde la otra punta de España
    Blanca

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