Mira fijamente, no con disimulo. Trata a cada persona como un pariente cercano. Pero no establezcas amistades inútiles.
Termina siempre lo que has comenzado, y hazlo lo mejor posible. Sé ordenado. Planea y cúmplelo. Vence tus miedos. Si dudas entre hacer y no hacer, arriesgaste, haz. Respeta los contratos, y las promesas. No contraigas deudas. Sé puntual.
Sé consciente en cada momento de lo que haces, deseas, piensas y sientes. Pero no te autodefinas, ni alabes ni insultes. Que nada te encadene ni te destruya. No sigas modas. No te vendas. No quieras distinguirte por las apariencias. Ni te adornes con ideas ajenas.
La generosidad, mejor sin testigos. Reparte equitativamente. Paga por los servicios que te dan. Y si recibes, agradece cada don. Obtén para repartir. No envidies los bienes ni los éxitos del prójimo. No te quejes.
Come y duerme estrictamente lo necesario. No conserves objetos inútiles. Acepta que nada es tuyo. Pero vive del dinero ganado por ti mismo.
No desees ser imitado. No hagas propaganda de tus ideas o obras. No hables de tus problemas personales. Habla sólo lo necesario. Ni juzgues ni critiques cuando desconozcas la mayor parte de los hechos. Si tienes que hablar de algo o alguien, di sólo sus cualidades. Nunca amenaces.
Transforma, no elimines. Ayuda al otro a ayudarse a sí mismo. Ayuda al prójimo sin hacerlo dependiente. No quieras ser todo en alguien, también puede buscar en otras personas lo que a ti te falte. No visites a alguien sólo por llenar tu tiempo.
Orgullo cámbialo por dignidad, cólera por creatividad, avaricia por respeto a la belleza, envidia por admiración, odio por caridad.
Si estás meditando y llega un diablo, pon ese diablo a meditar.
Alejandro Jodorowsky
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