(¡Qué poco me gusta Halloween!)
No tenía miedo a las dificultades, lo que le asustaba era la obligación de tener que escoger un camino. Escoger un camino significaba abandonar otros.
El fracaso es parte de la vida.
Si no fracasas no aprendes.
Si no aprendes no cambias.
Quien aprende de sus caídas, no se ha equivocado.
No tengas miedo de perder a quien no se siente afortunado de tenerte.
Querido miedo...
Tengo que decirte que lo nuestro se acabó. Ya he tenido suficiente.
Ya me has frenado en demasiadas ocasiones, y no estoy dispuesto a aguantar esta situación ni un minuto más.
Además, he conocido otras cosas mucho más interesantes que tú. Se llaman confianza, ilusión, tranquilidad, alegría y esperanza.
Así que me despido, porque me voy con ellas.
Si el miedo te da miedo asústale tú riéndote de él, con tu mejor sonrisa, luego te das la vuelta y te vas a jugar. El miedo no existe, a tener miedo se aprende, te enseña la sociedad. Está en tu mano aprender a multiplicar o no, ¿verdad? Pues no aprendas a tener miedo, aprende a que cada reto es una oportunidad y que cada cosa que no te sale como tú querías o esperabas no es un fracaso, es experiencia, madurez y crecimiento. TODO sirve, lo "bueno" que nos hace sentir felices de forma inmediata y lo que pensamos que es "malo" porque nos poner tristes. Y ¿sabes lo más curioso qué es? Que se aprende más con lo segundo que con lo primero. Un beso Jorge. D.
ResponderEliminar